LA SEXUALIDAD TRASCENDENTE-LA NOVENA ESFERA.
El descenso a la Novena Esfera fue en la antiguas civilizaciones, la prueba máxima para la suprema dignidad del hierofante. La novena esfera es el sexo. Muchos entran en la novena esfera pero es muy raro encontrar alguna persona que salga victoriosa de la difícil prueba. La novena esfera, es definitiva para el aspirante a la realización. Es imposible auto-realizarse íntimamente, sin haber encarnado el alma. Nadie puede encarnar el alma, si no ha engendrado el Astral Solar, la mente solar y la voluntad solar.
Necesitamos nacer y eso de nacer, es , ha sido y será un problema absolutamente sexual. Es necesario nacer, y para eso hay que bajar a la novena esfera.
Es necesario que los esposos se amen profundamente. La gente confunde el deseo con el Amor. Todo el mundo le canta al deseo, y lo confunden con el Amor. Solo aquellos que han encarnado su Alma, saben lo que es el Amor. El yo no sabe que es amor. El yo es deseo.
Todo aquel que encarna su Alma es por eso un Budha. Todo Budha debe trabajar en la novena esfera para encarnar el Cristo Interno. En la novena esfera nace el Budha. En la novena nace el Cristo.
Cuando se practica magia sexual sin eyaculación del semen despierta el kundalini. El kundalini es la energía sexual sublimada que asciende desde los órganos sexuales hasta el cerebro. El kundalini solo despierta negativamente cuando se derrama el semen. Quien practica Magia sexual sin derrame del semen nada tiene que temer. El kundalini, no es una fuerza ciega. El kundalini no es una fuerza mecánica. El kundalini está controlado por los fuegos del corazón y solo se desarrolla a base de magia sexual y santidad. El kundalini no sube ni una vértebra si las condiciones de santidad requeridas para tal vértebra, no han sido conquistadas. El desarrollo del kundalini está controlado por los méritos del corazón.
En el Indostán es conocida la magia sexual con el término de Maithuna.
Antiguamente en las escuelas de yoga serias y responsables, cuando una pareja de yoguines, hombre y mujer se hallaban bien preparados eran llevados a un lugar secreto donde se les instruía sobre el Maithuna (magia sexual). La pareja se une sexualmente para trabajar en la gran obra. El yogui sentado en el suelo sobre una alfombra en actitud Búdhica, con las piernas cruzadas al estilo oriental, entra en contacto sexual con la mujer. Ella se sienta sobre las piernas del varón en tal forma que con sus piernas envuelve al tronco del varón. Es claro que al sentarse sobre él se absorbe luego el phalo. Así el hombre y la mujer se conectan sexualmente. La parejas de yoguines permanecen en este estado sin derramar el semen. Es obligación del yogui no pensar, cuando se haya en la práctica de la magia sexual. En esos momentos, ambos yoguines se hallan en estado de éxtasis. La pareja se encuentra así profundamente enamorada. Las energías creadoras suben victoriosas por entre sus respectivos canales hasta el cáliz del cerebro. El deseo animal es rechazado. Luego se retiran del acto las parejas sin haber derramado el semen.
Esta forma de practicar Magia Sexual al estilo oriental resultaría muy incómodo para la gente occidental. Empero es recomendable para aquellas personas que no logran frenar el acto para evitar el derrame del Vaso de Hermes. Es necesario que durante la práctica de Magia Sexual no exista el deseo animal. Donde existe deseo no puede existir amor, porque el amor y el deseo son incompatibles. El matrimonio perfecto es la unión de dos seres, uno que ama más y otro que ama mejor. El amor es la mejor religión que el ser humano puede llegar a profesar. Dichosos los seres que se aman verdaderamente. Solo él Amor puede convertirnos en Dioses.
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