Blogia
La Magia de THOT

FIESTAS DE PRIMAVERA

FIESTAS DE PRIMAVERA

Los letones cantan al sol cuando pasa del hemisferio austral al hemisferio boreal y la duración del día es igual a la noche: «El Sol baila sobre una montaña de plata; lleva botas de plata en los pies». Comienza el equinoccio de primavera, los días se hacen más largos y la vida vuelve a renacer. Es la época idónea para la siembra y, por ello, muchas celebraciones se basan en ceremonias tradicionales de plantación. También es una época para tomar alimentos especiales -huevos de colores y bollos- y para hacer ofrendas a los dioses y diosas de la vegetación. Este año el equinoccio -llamado también punto vernal- será el 20 de marzo, cuando el Sol entre en el signo de Aries, marcando el verdadero inicio del año. Los pueblos de la antigua Mesopotamia lo tenían muy en cuenta: asirios y babilonios no sólo concedían mayor importancia a los equinoccios que a los solsticios, sino que su festival más importante era el del año nuevo, que tenía lugar en el equinoccio de primavera, verdadero comienzo del año. Se le llamaba akitu, duraba doce días y celebraba un «matrimonio sagrado», algo inherente al misterio de la renovación vegetal: el rey, como hijo y representante de la divinidad, regeneraba y sincronizaba los ritmos de la naturaleza, el cosmos y la sociedad humana, uniéndose a una sacerdotisa en un aposento especial para el rito decorado con hojas y flores. La celebración de la fertilidad y su estimulación mágica han constituido siempre la base de las fiestas de primavera en todo el mundo y las deidades se agrupaban en parejas como Afrodita y Adonis en Grecia. Además de la fiesta Floralia, que en su verdadera tradición primitiva combinaba la vegetación, la magia y la sexualidad ritual, también tenían otra fiesta primaveral, Hilaria, en honor de Atis y Cibeles. Se celebraba en marzo con procesiones, sacrificios y la prohibición expresa de comer carne para acompañar el ritual fúnebre del dios muerto. Su resurrección iba acompañada de rituales de júbilo. Este esquema festivo es idéntico al de Semana Santa, ya que los cristianos suprimieron el festival pagano dedicado a los mencionados dioses sustituyéndolos por las figuras de Jesucristo y la Virgen. Semana Santa y Pascua La Semana Santa es una festividad de origen cristiano y rememora la Pasión de Jesucristo que culmina con la Pascua de Resurrección el domingo de Ramos. Deriva de las fiestas que se celebraban en primavera, por las mismas fechas del año, en los cultos mistéricos griegos y romanos. En la fiesta pagana se habían integrado actos de penitencia muy parecidos a los que luego propondría la Iglesia: se desarrollaba con manifestaciones de dolor por la muerte del dios y luego venía el estallido de alegría por su resurrección simbolizada en el cambio de estación. La creencia de atribuir propiedades mágicas a determinadas plantas o hierbas -el laurel, el olivo o las palmas en el domingo de Ramos- corrobora la importancia del simbolismo vegetal en esta época del año. La Pascua de Resurrección es la fecha clave del calendario litúrgico y en torno a ella giran cronológicamente celebraciones tales como el Carnaval, Cuaresma, Semana Santa, Ascensión, Pascua de Pentecostés y Hábeas Christi. Este día puede oscilar entre el 20 de marzo y el 22 de abril, ya que se trata de una festividad lunar. El Domingo de Ramos es el primer domingo después de la primera Luna Llena de la primavera. Durante unos cuantos días suelen tener lugar en muchos países europeos -sobre todo en España- numerosas procesiones populares centradas en la ceremonia del «encuentro» entre la Virgen y el resucitado. También son frecuentes las romerías. HUEVOS Y PANECILLOS DE PASCUA El huevo, símbolo universal de vida y de resurrección, ha desempeñado desde tiempo inmemorial un papel clave durante las celebraciones de primavera, verdadero comienzo astrológico del año: es el momento en que la naturaleza sale de la tumba invernal. En el ritual cristiano el huevo que se rompe simboliza el sepulcro que se abre como testimonio de Cristo resucitado. Con el citado simbolismo se emplea en Pascua en infinidad de tortas, buñuelos, rosquillas y otras golosinas como las llamadas monas. Estos bollos con personajes de chocolate y un huevo duro son muy populares en Cataluña, donde tradicionalmente el lunes de Pascua los padrinos obsequian a sus ahijados con una mona. Mientras los ucranianos tienen la costumbre de cocer los huevos, teñirlos de colores y comérselos al amanecer, en la iglesia ortodoxa de Oriente las familias se ofrecen huevos rojos a la hora de la comida. Cada comensal compara su huevo con el de su vecino chocando sus puntas y diciendo: «¡Cristo ha resucitado!». El huevo que se casca con este ritual pasa a ser propiedad del vencedor. Luego, todos los comensales se comen los huevos. También es tradicional en muchos pueblos de Europa occidental comer bollos calientes decorados con una cruz de brazos iguales en la Semana Santa. No se trata de una costumbre moderna: los griegos paganos hacían ofrendas de panecillos con cruces a varias diosas de la fertilidad. En Gran Bretaña no se celebran procesiones en estas fechas, pero se mantienen algunas de las antiguas costumbres como la de comer tortitas -pancakes- el martes santo. También los rusos y eslavos acostumbran a tomar bollos y tortitas-blinis- en estas fechas del año. RECUADRO DECORACIÓN DE HUEVOS DE PASCUA La decoración de los tradicionales huevos de Pascua, tan populares en muchos países del mundo en las celebraciones primaverales, puede ser un divertido pasatiempo para los niños. La forma más sencilla de decorarlos es con recortes de cinta adhesiva de diferente tamaño pegados sobre los huevos cocidos y fríos. Hecho esto se sumergen los huevos en agua con una cucharada de vinagre y unas gotas de colorante alimentario (también hay colorantes comerciales para huevos). Se puede experimentar asimismo con tintes naturales (remolachas frescas, azafrán, cáscaras de limón, hojas de espinacas o posos de café). Cuando se ha obtenido el color deseado se sacan los huevos del recipiente con una cuchara y se dejan secar. Por último, se retiran las tiras pegadas. FESTIVIDADES NEOPAGANAS Las festividades religiosas de los paganos actuales -druidas y seguidores de la religión wicca, por ejemplo- están íntimamente ligadas al ciclo anual de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Recordemos que el origen de la religión se retrotrae a los primeros asentamientos agrícolas y, por consiguiente, las festividades más importantes se relacionan directamente con las de plantación y recolección. La festividad Ostara conmemora el equinoccio de primavera y la historia del joven dios que se enamora de la diosa. Este amor hace que la naturaleza se renueve, como el sol que acaricia suavemente la tierra, e inspira también a los animales para que se multipliquen. Es una fiesta de amor y crecimiento dedicada a la diosa pagana Eostre, asociada con el Este, como culto al lugar por donde sale el Sol. A esta diosa se le hacen ofrendas de bollos y huevos de colores, así como golosinas en forma conejo porque estos animales estaban antiguamente consagrados a ella.

0 comentarios